La musica protagoniza el prime time de Antena 3 en uno de los estrenos más potentes de la temporada.
Se apagan las luces y empieza ‘La Voz’ como nunca antes la habíamos visto. Vuelve el espectáculo a la televisión, esta vez de la mano de Antena 3 y con una enorme campaña de promoción a las espaldas. Muchos lo han denominado ya el estreno del año, otros más escépticos confiesan que no ven ninguna diferencia con su anterior etapa, pero lo que está claro es que ‘La Voz’ ha vuelto por todo lo alto, ante la expectación de muchísimos espectadores.
Con un inicio apoteósico, nunca antes visto en el formato en España, los coaches de ‘La Voz’ entraban en plató tras ver a Eva encender el mecanismo del formato. El decorado luce por sí solo mientras Paulina Rubio, Pablo López, Antonio Orozco y Luis Fonsi empiezan a cantar, a estrenar el plató de la mejor manera posible: con música y voz en directo. Pese a los problemas de sonido, la realización y edición es mágica, superando las expectativas y siendo uno de los openings mas cuidados del formato.
Nuevos rostros en el formato
Una vez los coaches se sientan en sus famosos sillones, la aventura comienza para los primeros concursantes de la edición. Unos concursantes muy dispares entre sí, con una historia que contar tras ellos. Las puertas del estudio se abren y, a partir de ese momento, cualquier cosa puede pasar. Mientras los participantes se preparan para cantar, conectamos con los familiares, que nos hacen conocer el lado mas íntimo del artista. Ahí entra Eva González al juego, apoyando incansablemente a los acompañantes con sus entrevistas y comentarios. Lo bueno de este cambio de presentador es que Eva y Jesús Vázquez son dos polos opuestos. Ambos mantienen el hilo del guión y tienen el mismo objetivo, pero aportan guiños y un estilo propio que les caracterizan entre ellos. Para mí, Eva González ha sido un acierto, ya que reúne la característica esencial: ser una persona empática. Eva llora, grita y ríe con los familiares, y eso siempre suma al resultado final.
Una mecánica clásica
Vale sí, el formato no ha cambiado a penas a nivel de mecánica. En esta primera entrega hemos descubierto la función del bloqueo, que ha aportado ese humor y salseo que el espectador busca que le ofrezcan, más allá de los mares de lágrimas producidos por las historias de superación de los concursantes. Y es que si de algo peca ‘La Voz’ es de darle demasiada intensidad a la vida del participante, en búsqueda de la lágrima fácil del espectador.
Hemos disfrutado de una primera entrega destinada a presentar esta nueva etapa del programa. Mediante vídeos de los coaches, de la construcción del plató y algo así como un making of de como ha sido el proceso de cambio del programa, Atresmedia ha querido mostrar al espectador que ‘La Voz’ ha venido para quedarse, que su plató es espectacular y que su calidad técnica no se asemeja a la de Telecinco ni en el blanco de los ojos.
Las audiciones divididas en dos noches
Además, Atresmedia ha querido que el espectador disfrute de las audiciones únicamente en prime time, acortando la duración del programa y dividiendo la emisión en dos noches consecutivas. Con este movimiento la audiencia llegó a pensar que el formato sería más ameno, que tendría más ritmo. Pero no. En poco más de hora y media de show hemos podido disfrutar de a penas siete actuaciones y no, no son pocas. ‘La Voz’ nos plantea cada actuación como una experiencia única. No busques rapidez ni inmediatez, siéntate en el sofá y disfruta: disfruta de la música, de los reencuentros, de las historias. Disfruta de ver cómo cantantes esquivan los baches de la vida y cumplen su mayor sueño.
Es momento de disfrutar del espectáculo, de dar una segunda oportunidad a ‘La Voz’ y mostrar al mundo entero que en España también se puede hacer un show que esté a la altura. No sé si la audiencia acompañará a ‘La Voz’, pero lo que tengo claro es que el secreto mayor guardado de Antena 3 para esta temporada ya es un secreto a voces, a muchas voces.