La sexta edición celebrity del formato culinario sorprendió con su último giro de guion definitivo
Las campanadas 2021 en TVE las darán Ana Obregón y la Igartiburu. Es, en general, la apuesta conservadora, algo que funciona y, si el pasado año triunfó, ¿por qué no iba a hacerlo este? Algo así pasa con ‘Masterchef’ que ha pasado a convertirse en el mejor de los realities posibles.
La sexta edición de los celebrities ha juntado a celebrities de verdad. Lo ha hecho, además con un gusto exquisito de personas que dan juego televisivo acorde al entretenimiento que se le presupone a estos formatos por encima del leitmotiv o la excentricidad. Un cúmulo de todo ordenado a la perfección por aquellos que reinventan y reinventan el formato hasta hacerlo adictivo.
Que haya dos ganadores es una huida hacia delante creativa: Juanma Castaño y Miki Nadal, enemigos íntimos al entrar, pero amigos que todos quisiéramos tener al fin y al cabo. Si de ‘El juego del calamar’ se tratase, analizaríamos que ya salvaron a ambos en el mismo programa. Anoche, también.
Verónica Forqué ha sido descubierta más allá de actriz. Es en este formato en el que decidió mostrar que hace años que había desconectado el cordón umbilical que la unía a la realidad. La sufrieron Belén López y Carmina Barrios, una mujer que, en apenas diez lunes en televisión, ha explicado el feminismo de verdad.
Y, ¿Arkano? Ay, Arkano. Es el mejor elegido para conectar la tele con un espectro joven. Una cadena a la que se ha acusado de moverse al ritmo político de turno y que ofrece esto. A día de hoy, ‘Masterchef’ es una versión blanca del ‘Operación Triunfo’ que tanto dividió. Por eso nos empapamos del de los famosos, del de los críos y del que esperemos no se carguen: el original.
El guion es supremo e injusto, sin abusar de lo segundo. La renovación es constante y nunca sabe el espectador con qué se va a encontrar. De esa manera se mantiene a la pipol enganchada a la pantalla y dando mayorías y mayorías.
No es casual tampoco que Pablo Motos apostara ayer por entrevistar a Aitana en ‘El Hormiguero’ para poder así arrastrar a Antena 3 a lo que quedara de otro formato trabajado. El problema de la mesa de debate posterior era claro: todos querían huir a casa para ver cómo se resolvía el maldito ‘Masterchef’.
La taberna de heteros donde conseguí poner un rato la final merecía besos en la boca del rapero de las batallas de gallos. Lo odiaban como aquellos aficionados a apostar al parchís odian sus pérdidas pero no dejaban de mirar el formato. Lo intercalaban con una película de laSexta donde disparaban mucho y había sangre, y eso.
Me faltó un final que conjugara ambas cosas, algo así como que hubieran perdido los dos y que el premio quedaba desierto. Que quedara desierto, además, por lo bien que lo habían hecho, por todo lo que lo valoraba Quique Dacosta, y Jordi Cruz, y Pepe Rodríguez. Incluso que hubieran dicho que ellos, en sus restaurantes, no servían esos platos tan exquisitos. Y que, por tanto, y por tantos, alcanzábamos un acuerdo que sentenciaba la locura:
-La ganadora de ‘Masterchef Celebrity 6’, es…¡Verónica Forqué!
Bendita locura televisiva.