Anabel Pantoja, Yulen Pereira, Alejandro Nieto y Ana Luque se metían desnudos en la playa de ‘Supervivientes’.
A pocas semanas de acabar ‘Supervivientes‘, los concursantes ya tienen las islas como su propia casa. Los famosos se han adaptado al ambiente y andan muy tranquilos por las playas hondureñas. Tal es el nivel de comodidad, que no han dudado de desnudarse y bañarse sin ninguna prenda de ropa.
La primera en lanzarse al mar era Anabel Pantoja, que en otras ocasiones ya se ha metido desnuda en el mar. Rápidamente le seguía Yulen y posteriormente Ana Luque. «Si ahora te pones las gafas ves una morena», bromeaban los participantes. Por su parte, Alejandro Nieto no se atrevía a bañarse completamente desnudo, aunque entre risas se bajaba los pantalones para mostrar el culo al resto de sus compañeros.
Qué cuerpazo tiene Anabel Pantoja #SVÚltimaHora pic.twitter.com/60nApTSZhC
— Rafael García López 🏳️🌈💜🕊️💜 (@RafaelGarciaLAF) July 4, 2022
De este modo, los únicos que no se atrevían a desnudarse eran Nacho Palau e Ignacio de Borbón. El primero le mandaba un mensaje al pirata Morgan: se desnudará si le dan una botella de vino.
El toque de la madre de Anabel sobre su relación con Yulen
Recordamos que el pasado viernes, Anabel Pantoja recibió una llamada de su madre Merchi, que no dudó en lanzarle un mensaje sobre su relación con Yulen. «Quiero que concurses con la cabeza, es la que te guía, el corazón te puede pasar malas pasadas. Cuando vuelvas a España ya harás lo que quieras, pero ahora tu meta es luchar por lo que tu quieres. Mira por ti, por tu trabajo, por tu dignidad, por tu imagen…». «Es una historia que allí están viviendo y lo tienen que vivir ellos, yo no me meto en las relaciones de pareja», añadía cuando Sobera le preguntaba por la relación.
«Está concursando, que siga y luche con la cabeza, que la cabeza te lleva a la meta. Ya tendrás tiempo de disfrutar, pero ahí estás trabajando y luchando por ese objetivo que tanto te ha costado conseguir», añadía. «Aquí también tengo el corazón, porque la gente aquí sin corazón no vale», le contestaba Anabel. «Mi meta no se me ha ido de la cabeza, la tengo dentro».
